Sí compañeros, llegó la hora de enfrentarse a "la carrera". Mañana me vuelvo afrontar la os temidos desniveles de los Picos de Europa, únicos en el viejo continente, en la 8ª Travesía Integral de los Picos de Europa.
Llego en un gran momento de forma, no tengo una preparación física específica para este tipo de carreras, pero creo que llego muy bien, además de tener una gran experiencia en el entorno de Picos. Hace ya casí 17 años que mi padre me llevó a la Vega de Liordes y desde entonces la unión entre estas montañas y yo se selló para siempre.
Las clave de la carrera es llegar al collado de Jidiello con muy buenas sensaciones de piernas para correr, a partir de aquí el terreno es más "cómodo" y se puede rodar muy rápido y marcar o recortar grandes diferencias si vas bien y puedes correr. También hay que salir con cabeza, casi el 50% de los participante sse retiran, los altos ritmos llevados en la primera parte de la carrera y sobretodo en la bajada de mesones a Caín de casi 2000m de desnivel pueden pagarse muy caro en el macizo central.
Un saludo
"Caín es el punto más bajo de Valdeón. Apenas veinte casas, todas habitadas por gente de La Peña (le llaman «La Pena» a todo el macizo central). Mueren en esta proporción: por cada muerte natural, tres despeñados. Llevamos cinco kilómetros endemoniados desde el «chorco» de los lobos. Reforzamos la física los dos cincuentones (don Paco y yo), junto a una fuente helada, la fuente de Caín, que mueve un molino diminuto. La molinera es la viuda de un «sherpa» despeñado hace unos años. Se ha casado con otro, con Bonifacio Sadia, a quien llaman «el diablo de la Peña». Alguna vez, a la luz de la luna, ha subido hasta sitios a donde se cree que sólo el diablo puede subir, entre los seres no angélicos".
Víctor de la Serna, 1953.
Víctor de la Serna, 1953.